Era una làgrima tan fràgil y desvanecida, cubierta por los mantos rotos, sostenida por tus caricias, borradas con vaga indiferencia.
Las làgrimas se secaron, amanecio claro, ahora sostengo tus manos.
Tu sonrisa acaricia mi interior dandome y dandote la vida y por la vida brindamos hoy, por estar vivas y manteniendonos una a la otra,ver tus ojos con los mìos y juntos a los tuyos.
Y aunque nuestros silencios sean inmensos, mi corazòn queda desprendido y mis brazos abiertos para sostenerte y abrazarte para siempre.
Gracias a Ti, a tu perseverancia, a tu aroma, a tu sed y entrega.
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